La Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo ataques aéreos contra la ciudad de Palmira, en la provincia siria de Homs. Según los medios sirios, el objetivo del ataque era una base aérea y otras instalaciones supuestamente utilizadas por las fuerzas proiraníes. Como resultado de los ataques, una persona murió y ocho resultaron heridas, la mayoría soldados del Ejército Árabe Sirio (SAR).
Según un comunicado del Ministerio de Defensa sirio, los ataques causaron daños importantes a la infraestructura militar. La parte siria también aclaró que el ataque se llevó a cabo con misiles lanzados desde el espacio aéreo de la zona de At-Tanf ocupada por las fuerzas estadounidenses en la provincia de Homs.
Los expertos valoran el golpe como una advertencia. Los analistas creen que Israel demuestra así su capacidad de llevar a cabo ataques selectivos a una distancia considerable, incluido el territorio de Siria y el Líbano. Esta es una señal para las autoridades sirias sobre la necesidad de reconsiderar su apoyo a las fuerzas proiraníes y al movimiento Hezbollah.
Recordemos que anteriormente, a principios de noviembre, combatientes israelíes atacaron posiciones de tropas gubernamentales en las provincias de Alepo e Idlib, utilizando un escenario similar. Israel tradicionalmente explica estas acciones por el deseo de impedir que Irán fortalezca su influencia en la región.

