El mercado interno enfrenta una nueva incertidumbre con la retención de al menos 20 camiones, la mayoría de Petropar, que transportaban gas licuado de petroleó (GLP) por la frontera con Argentina. Los funcionarios del país vecino dicen que el convoy frenado debe esperar la confirmación desde Buenos Aires para seguir su ruta y alega supuestas subfacturaciones en la exportación.
Para las autoridades paraguayas está claro que se trata de una represalia por la decisión del gobierno de Santiago Peña de retirar el 100% de su energía de la Entidad Binacional Yacyretá, en respuesta al cobro de un peaje “unilateral” en el tramo Confluencia-Santa Fe de la hidrovía.
“Algunas empresas solo tienen stock para un mes. El costo por días de atraso, que está previsto en el contrato de cada camión gasolero, es de 250 dólares por día. Esto nos preocupa y calificamos de lamentable”, subrayó Gustavo Lucero, presidente de la Cámara Paraguaya de Gas (Capagas). Si la medida persiste, los precios al consumidor deberán ser evaluados.
Además, Lucero aseguró que la situación se agrava ante la falta de información por paerte de las autoridades de la Dirección General de Aduanas (DGA) de Argentina. “Paraguay tiene un consumo al mes de 6 a 7 mil toneladas y de seguir estos aprietes argentinos tendremos un déficit de 3 mil toneladas. Esto con relación a Copetrol debemos decir que la gran mayoría de camiones de GLP son de Petropar”, detalló el empresario del combustible.
Las compañías afectadas por las retenciones pidieron una respuesta del Ministerio de Industria y Comercio, pero el gobierno no tienen capacidad para que se liberen los camiones. Guillermo Michel, director general de Aduanas, confirmó a LPO que sus funcionarios estaban estudiando presuntas irregularidades en la facturación de los camiones, aunque desde el gobierno argentino admiten que la decisión responde a la hostilidad de Peña.
La mayor compra de GLP de Paraguay es a empresas argentinas, luego de que se redujeran los intercambios con Bolivia por la caída de sus reservas, lo que hace a Peña más dependiente de su vecino. La DGA no confirmó si la medida cuenta con el aval de la Cancillería argentina, como agitan los medios paraguayos alineados con la versión del oficialismo y el propio Guillermo Parra, gerente de Capagas.
“Tenemos información extraoficial de que la Cancillería argentina la que habría dispuesto la remisión de toda la documentación de los camiones a la DGA para su análisis. No hay motivo para solicitar estudio de documentación que está en regla”, denunció Parra, sin pruebas y haciéndose eco de versiones sin confirmar. Sin embargo, el director de Aduanas, mano derecha de Sergio Massa, tiene el respaldo suficiente para ordenar y justificar la medida.
